Cuando acudimos con nuestro cachorro a la primera consulta del veterinario y nos comentan todas las vacunas que tenemos que ponerle en su primer año, nos puede asustar que le tengan que vacunar tantas veces a un animalito tan pequeño. Y a continuación nos preguntamos que por qué a nuestro perro adulto le basta con una vacuna al año y al cachorro no.
Pues pasa lo mismo que con los bebés y las personas adultas.
Cuando son cachorros están creando su inmunidad de base y si seguimos las pautas correctas de vacunación nos aseguraremos una correcta protección frente a las enfermedades más importantes de cada unos de ellos.
Para entender la causa de tanta frecuencia de vacunas, debemos entender lo siguiente:
Cuando un cachorro nace y se amamanta, ingiere en esos primeros días una leche especial de la madre llamada calostro. Ese calostro está cargado de anticuerpos (defensas) que le dan lo que se llama "inmunidad innata". Pero esas defensas no se mantienen en el cuerpo del cachorro durante toda su vida, las irá perdiendo entre las 10 y 16 semanas de vida, dependiendo de la cantidad de calostro que haya tomado. Tiempo durante el cual necesitan desarrollar la inmunidad adquirida.
La inmunidad adquirida la ganan creando defensas frente a las diferentes enfermedades a las que se enfrentan, pero como algunas de ellas pueden llegar a ser mortales, nos interesa que creen dichas defensas mediante las vacunas y no sufriendo la enfermedad.
Pero si terminamos la pauta de vacunación demasiado pronto, puede ocurrir que todavía les queden las defensas que les ha pasado la madre y no creen las suyas propias.
Por eso es importante comenzar la pauta de vacunación a los 2 meses de edad (cuando empiezan a perder las defensas de la madre), haciendo recordatorios cada 3-4 semanas y poniendo la última vacuna después de los 4 meses (cuando los cachorros más tardíos ya han perdido todas las defensas de la madre).
De esa forma nos aseguramos de protegerles durante todo el periodo de riesgo y al mismo tiempo que la vacuna sea efectiva.
Después será importante realizar revacunaciones anuales que variarán dependiendo del estilo de vida y del ambiente de cada individuo.
Las vacunas esenciales para perros son:
- Rabia
- Pentavalente: Parvo, moquillo, hepatitis, parainfluenza y leptospira
Las vacunas esenciales para gatos son:
- Trivalente: Rinotraqueitis, calicivirus y panleucopenia
- Leucemia
- Y si es un gato que va a salir al exterior también deberá vacunarse de la rabia
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