Si eres uno de los propietarios de gato, te habrás dado cuenta de la facilidad que presentan estos animales para estresarse, cualquier cambio en el entorno es un problema. Por lo que una visita al veterinario puede llegar a ser muy angustiante, sobre todo si tienen que compartir el espacio en la sala de espera con un perro nervioso o si una vez dentro, hay mezcla de olores de otros animales.
Por eso, tenemos una consulta dedicada única y exclusivamente para gatos, con su sala de espera adyacente.
En la consulta, además, utilizamos feromonas felinas para que nuestros pacientes se encuentren más a gusto en ella; las paredes no son de cristal, como en el resto de las consultas, para evitar agresiones visuales y que no se sientan observados. Y contamos con una báscula en el interior para no tener que sacarles fuera a pesar.
Pero hay otras cosas que puedes hacer tú para evitar el estrés antes de consulta:
Pide siempre cita previa: así podemos dedicarte todo el tiempo que tu mascota se merece y te haremos esperar lo mínimo posible.
Trae a tu gato en un transportín (preferiblemente desmontable) y cubierto con un paño o toalla para evitar el contacto visual con otros animales y personas
Si tu gato se pone muy nervioso en consulta o en el viaje, es recomendable lavar el transportín entre visitas para que no se quede impregnado con “olor a miedo”.
No saques solo el transportín para ir al veterinario, es mejor tenerlo en casa accesible para que tu gato entre cuando quiera y lo asocie con un sitio confortable. De esa forma, vendrá a visitarnos sintiéndose protegido.
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